Salgo volando por la ventana y tantos días quedan atrás, ya no me duelen todas las cosas que ayer me podían molestar. Son cajones que se cierran para que nadie los vea. Son palabras que no pude decir, pero ya no me importa, porque nada me toca y no hay nada vivo dentro de mí. Floto en el aire desde esta tarde (cuando mi cabeza explotó). Ahora el piso es de nubes y me asomo cada tanto a espiarte desde donde estoy. Y me acuerdo de aquel día en que decías “Si pudieras ser un pájaro, ¿Qué harías?”. Ahora que floto y no siento lo que toco y la gente no me ve pasar, voy a aprovechar para ir a buscarte y contarte cómo es todo por acá. Yo te sigo esperando porque nada me apura. Y veo... y vuelo... y lloro... un poco...mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario